El interior de hoy es una casa al más puro estilo vintage renovado y con toques femeninos preciosos. Una apuesta por el reciclaje y la recuperación de muebles y objetos para la decoración que resultan una «bocanada» de frescura y romanticismo. La dueña de la vivienda es Gabriela, una paisajista y aficionada a la decoración enamorada de los tonos pastel, las flores y los detalles shabby románticos, como queda reflejado en su vivienda. La casa está situada a la afueras de la capital Argentina y cuenta con mucho espacio en el que no sólo vive, sino que trabaja ( aquí tiene su showroom La Florinda, su firma de muebles y objetos reciclados ) , contando con un amplio patio y jardín al que dan todas las estancias de la casa. Una integración del interior con el verde exterior maravillosa.

 La tónica general del color de la vivienda tiene como base la paleta en blanco, muy luminoso, y los colores pastel para los acentos y el mobiliario recuperado con ciertos toques de estilo campestre y shabby francés. Crea una ambientación tranquila pero vibrante. La mayoría del mobiliario lo tenía ya pero le da un nuevo look. El resultado es una gran «caja contenedora blanca» donde el color lo aportan los objetos y el verde que entra por las ventanas.

La cocina es el ambiente más luminoso, el corazón de la casa donde Graabriela pasa los días trabajando y recibiendo amigos. Todo lo que hay es a la vez decorativo y muy funcional. Todas las reformas de esta casa fueron, sobre todo, estéticas siguiendo la línea de recuperar espacios. Los solados de la cocina son los originales, y el zócalo de madera también estaba y se pintó de blanco para reflejar la luz abundante que entra por las ventanas que dan al patio.

Algunos cactus en macetas, una colección personal de suculentas, una caña y apenas algunas gramíneas completan la decoración exterior, para el patio de esta preciosa casa situada en Adrogué. Todo el tono y la línea que se ha buscado y logrado en la vivienda es la «pacífica calidez».