Yoga: Gabriela Binello
Respiración Conciente. Un paso hacia la Meditación. Las prácticas meditativas forman parte del origen del Yoga desde su más remoto inicio. Es muy posible que para nosotros sea algo novedoso o hasta inclusive una nueva tendencia entre las opciones para mejorar nuestra calidad de vida. Sin embargo, estas prácticas y los beneficios que ellas proveen son uno de los capitales más preciados del ser humano desde el origen de los tiempos. Aún cuando su nacimiento se remonta a miles de años lo novedoso en la actualidad puede referirse a su redescubrimiento y revalorización por parte de ciertos sectores más herméticos dentro de la medicina y la ciencia. Cada vez más se reconoce la importancia de la disposición, voluntad y actitud (mental –emocional) de los pacientes para sortear las enfermedades. Sin ir más lejos, todos podemos comprobar en lo cotidiano la repercusión que tiene en nuestra salud cualquier impacto emocional, stress o ansiedad (desde una simple alergia hasta cualquier otra enfermedad crónica o autoinmune). El alcance del yoga y la meditación en su aspecto terapéutico excede el propósito de esta nota. Aún así, destacamos la importancia que tiene conocer, comprender y entrenar nuestra mente (potenciando nuestras cualidades positivas más dormidas y aquietando las negativas que estén activas) como parte del objetivo central en las prácticas meditativas. Ese “entrenamiento” no se logra con una sola práctica o experiencia. De la misma manera que no logro entrenar mis músculos con una o dos sesiones de gimnasio. Más allá del mayor o menor desconocimiento que podamos tener de nuestra propia mente, ésta encierra una complejidad enorme comparada con cualquier otra ”parte” de nosotros mismos que podamos haber abordado alguna vez. Esa complejidad es igual de enorme como de fascinante. Vale la pena el desafío. Sin embargo, ese proceso requiere de nuestra entrega, paciencia y más que nada, de reconocer que –como cualquier proceso de aprendizaje- existen etapas precisas y específicas en cada persona. Una de esas primeras etapas tiene que ver con aprender a conocer, comprender y regular nuestra respiración. Si no puedo sentarme diez minutos con los ojos cerrados para -al menos- escuchar el sonido de mi respiración, es bastante improbable que pueda avanzar hacia una práctica meditativa. No será el momento “ahora”. Sin embargo, no quiere decir que no lo sea mañana: aprender a regular nuestra respiración puede ser el primer paso para acceder a la meditación. Ya que como dice el Bhagavad Guita, “yoga nos guía para hacer posible lo que HOY no es posible”.
Gabriela Binello
Profesora de Yoga KHYF (Krishnamacharya Healing Yoga Foundation)
Studios de la Bahia II- Bahia Grande
Piso 4 apartamento 11
cel.1565206511
gabrielabinello@hotmail.com
http://gabrielabinello.blogspot.com/